“La caza
animal”
Los animales son seres magníficos, inocentes,
una de las maravillas de nuestro planeta y ecosistema. Lamentablemente, según
César-Javier Palacios, naturalista, guía turístico, periodista y geógrafo,
solamente en España mueren anualmente 30 millones de estos animales por culpa
de cazadores furtivos, una verdad impactante y asquerosa. Es esta realidad la
que molesta tremendamente a gran parte de la población mundial amante de los
animales. Es totalmente entendible esta molestia pues, independientemente de si
eres animalista o no, la caza de animales por entretención es un “deporte”
totalmente retrógrado, una práctica más parecida a la caza de nuestros
antepasados nómadas que a un deporte real. “Caza es la acción dirigida a obtener
el dominio de los animales silvestres o bravíos principalmente atacando en su
mayoría a mamíferos, aves, reptiles, peces, … Con armas cómo flechas, rifles,
pistolas, escopetas, arpones” (Canales, 2014).
Esta, sin embargo, no tiene una mayor finalidad que
matarlos por diversión y amor al “deporte”.
Y es que, si lo analizamos, ¿Es realmente un deporte? Según afirma
Ignacio Canales Maureira, actual profesor de educación física del colegio Arrau
Méndez, el reglamento básico para practicar cualquier deporte es principalmente
contar con un árbitro, velar por la seguridad de los deportistas, que dicho
deporte esté orientado a un valor como lo es el compañerismo, respeto o
dignidad y mantener el orden. Por lo tanto y según lo anteriormente mencionado,
la caza deportiva no es un deporte como tal pues no cumple con las reglas
básicas de cualquier disciplina deportiva. Es más, este tipo de caza no cumple
ni siquiera con alguna regla ética y moral perteneciente al deporte pues, por
ejemplo, causa dolor y sufrimiento a los animales.
Según afirma PETA, el ciervo, uno de los
mamíferos con mayor demanda en este tipo de caza, tarda aproximadamente de 15 a
20 minutos en morir después del primer disparo, y en la mayoría de los casos
sólo mueren luego de 3 disparos. ¿No es suficientemente cruel matarlos, para
además hacerlos sufrir durante tal lapso de tiempo? Aunque el maltrato no
termina aquí, y es que, ¿Qué sucede por las mentes de las personas
participantes de esta práctica para querer cometer tales actos casi criminales
en contra de seres inocentes, que no se pueden defender? Esa es la pregunta que
las personas se hacen frecuentemente frente a cualquiera de estas situaciones.
Los cazadores no practican este “deporte” con un
fin positivo, no ayuda a la conservación ni control de las poblaciones
animales, ni tampoco por el bien de la naturaleza que nos rodea, por el
contrario, hay otros fines que nos hacen replantearnos el actuar actual de la
población humana. Este deporte es recreativo, por una parte, lo practican personas
crueles sin respeto por la belleza que nos rodea, y por otra parte es con fines
de lucro. Tal como se asegura, estas personas no solo se fascinan con la muerte
de estos mamíferos, sino que también ganan dinero con ellos. Así afirma BBC
Mundo, la venta de marfil ocupa una de las posiciones más altas de ganancia
dentro de las actividades de crimen organizado en el mundo.
¿Qué sucede con estas personas, es que acaso la
humanidad prefiere vivir en un mundo sin diversidad animal, pero con grandes
sumas de dinero? Según el parecer de los animalistas esta es una tremenda
ignorancia. Estas personas, según PETA, tienen una carencia enorme con respecto
a su autoestima, es por esa razón que necesitan más que los demás, y como no lo
logran con los seres humanos, lo hacen con los animales, matándolos, sabiendo
que es imposible que ellos se defiendan, demostrando su “poder”.
A pesar de lo anteriormente argumentado, hay
personas que defienden completamente la caza como deporte, y de hecho tienen
argumentos válidos para los individuos participantes de esta actividad. Según
lo que afirma la FECAPECH ,los cazadores que practican este deporte protegen el
bosque y el campo de los destrozos de los animales de caza, por lo tanto,
estarían ayudando al ecosistema con una problemática bastante compleja. Por
otro lado, sin la cacería, los animales de caza aumentan desproporcionalmente,
estas personas regulan los nacimientos de determinadas poblaciones animales, un
alivio para el ecosistema. Por último, otro argumento que apoyaría a los
anteriores sería que los cazadores matan a los animales sin dolor, el proceso
en el cual se les dispara es tan rápido que el animal fallece instantáneamente.
Lamentablemente es de saber popular que nada de
lo anteriormente argumentado es cien por ciento verdades. La naturaleza es
magnífica, se regula sola, la natalidad y mortalidad tiene un ritmo definido,
los cazadores no hacen más que desequilibrar este ritmo, no hay ningún
beneficio para el ecosistema, solo para los participantes de este “deporte”, por
lo tanto, tampoco protegen al bosque y campo de absolutamente nada, es el
hábitat natural de los mamíferos, su hogar, es imposible que ellos lo
perjudiquen. Por último, y como se mencionó anteriormente, según PETA, la
mayoría, si no es que todos, los animales participantes de la cacería sufren
por más de 20 minutos de una lenta y dolorosa muerte sin piedad de nadie. Cada
uno de los argumentos presentados por la FECAPECH son indefendibles, sin bases,
respaldos ni garantías, sólo mentiras por parte de los cazadores para ocultar
la realidad.
Considero que este es un tema muy importante, y
del que, por supuesto, se debe tomar conciencia. En lo que a mí respecta, este
tema me produce cierto rechazo e impotencia, creo que día a día pierdo más la
fe en la sociedad en la que vivo, ¿Cómo es posible que alguien disfrute matando
a un ser viviente? Me faltaría varias vidas para llegar a comprender
completamente esta práctica, más parecida al masoquismo que a un deporte real.
Sintetizando lo anteriormente dicho, la caza
animal es una práctica inhumana que va en contra de lo moralmente correcto
determinado por el ser humano, las personas que participan de esto lo hacen
principalmente debido a su baja autoestima y su incesante necesidad de sentirse
más que los demás. Al no lograr su cometido en los humanos lo hacen con los
indefensos animales según afirma un estudio de PETA.
Es indefendible esta práctica, éticamente
incorrecta, va en contra de los principios de las personas “normales”. A pesar
de todo, es importante investigar y tomar conciencia pues los animales son
parte de nuestro ecosistema, no vivimos solos.
Bibliografía:
Newkirk, I. (13 de abril de 2010). Peta. Obtenido de Peta Latino: http://www.petalatino.com/
John
Reith. (2 de enero de 2016). BBC. Obtenido de BBC Mundo:
http://www.bbc.com/mundo
Luis
Canales. (10 de noviembre de 2012). Fechapech. Obtenido de Fecapech:
http://www.fecapech.cl/
Sharon
Núñez. (15 de febrero de 2009). Igualdad Animal. Obtenido de Animal Equality:
http://www.igualdadanimal.org/entretenimiento/caza
Valentina Faúndes
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